A comienzos de los años 60, las dos potencias nucleares: Estados Unidos y La U.R.S.S firmaron un tratado donde se comprometían a no seguir realizando, con fines de ensayo explosiones de bombas nucleares, sin embargo Estados Unidos desconfiando diseñó satélites para captar las señales de esas explosiones nucleares, es decir elevadas cantidades de rayos gamma. Para sorpresa de los científicos se comenzaron a detectar grandes cantidades de estos rayos; pronto descubrieron que provenían de diversas regiones del universo.
Posteriormente con la puesta en órbita de satélites más avanzados como el satélite Compton, se descubrieron que estas explosiones se daban no sólo en nuestra galaxia sino en galaxias cercanas y que producían grandes cantidades de energía, como el que el ocurrió el 23 de enero de 1999, en una galaxia situada a nuevel mil millones de años luz de distancia. (por supuesto si esto hubiese ocurrido en la Tierra, esta se hubiera bañado con una gran radiación que habría matado a todos los seres que la habitan).
Por ahora los astrónomos piensan que las explosiones de rayos gamma son la manifestación del choque entre dos estrellas neutrónicas, colisiones de agujeros negros o incluso el colapso de una estrella masiva para formar un agujero negro. En fin aún faltan muchos por conocer de estas misteriosas explosiones y muchos interrogantes por aclarar.
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